Liderar en tiempos de caos
Al cerrar el primer trimestre de este año, aún con altos índices de incertidumbre en el mercado, muchos de nuestros clientes manifiestan estar “inquietos”, “asustados” o “ansiosos” respecto al escenario laboral y económico que vivimos. Nos comentan que se hace difícil dar una visión de futuro y contener a sus equipos, porque no saben qué seguirá pasando este 2024.
Llevamos años intentando controlar las variables del contexto y, por más que lo intentamos, la falta de control y/o sensación de caos se ha instalado en nuestra rutina. En este nuevo escenario, se hace necesario encontrar nuevas estrategias, pero: “¿cómo puedo contener a mis equipos con este nivel de ansiedad e incertidumbre, en especial cuando mi negocio o industria lo está pasando mal?”, se preguntan los líderes.
A comienzos de marzo, tuve la suerte de conocer a Daniela Morel, quien en su libro Meditar en medio del caos nos muestra la dificultad que tenemos para detenernos y conectar con nosotros mismos y nuestras emociones. Los días corren tan rápido que ya no se valoran los tiempos de “hacer nada” y cuando surge un espacio en la agenda, nos apuramos en tomar impulsivamente nuestros teléfonos para “completarlo” y sentirnos “eficientes”.
Su propuesta es honesta y aterrizada a la realidad, pero sin duda nos desafía a todos: nos muestra cómo a través de la meditación (en sus múltiples formas), podemos entrenar la habilidad para mantenernos centrados, cultivando la capacidad para tener conversaciones más significativas, aumentando nuestra creatividad y mejorando el estado anímico para enfrentar los desafíos cotidianos.
A veces basta con aprovechar la espera del ascensor, camino a esa reunión importante, para hacer un screening corporal y respirar profundamente. O bien, detenernos después de una reunión difícil o antes de llegar a nuestras casas y pensar: “¿Cómo me siento? ¿Qué puedo hacer con esta emoción?”.
Somos muchos los líderes que nos sentimos desafiados y en búsqueda de mejores respuestas para ser más efectivos, honestos y profundos en las relaciones que construimos con nuestros colaboradores. Así, este libro nos llama a buscar espacios para observarnos, conocernos y retroalimentarnos.